Yo también lo reconoceré ante mi Padre…

Meditando el evangelio dominical con los niños.
¡Hola! Me da mucho gusto saludarte 😊. Este domingo, reflexionaremos sobre la valentía que debemos tener como cristianos, el no tener miedo de que el mundo se dé cuenta en quien creemos y la vida que queremos llevar. En torno a este gran reto, será el cual girará nuestra meditación de hoy…
Te animo a que, si decides realizar la reflexión del evangelio con tus niños, te tomes el tiempo suficiente para meditar el evangelio que vas a enseñar a los niños (Mateo 10, 26 – 33). Entra en oración y pide la luz del Espíritu Santo que te ilumine, para que por medio de Él y con su sabiduría, logres guiar a los niños y descubrir su mensaje.
PROPÓSITO: TENER LA VALENTÍA DE MOSTRAR NUESTRA VIDA CRISTIANA ANTE LOS DEMÁS, RECONOCIENDO QUE TENDREMOS UNA GRAN RECOMPENSA.
*DINÁMICA: “NO TENGAS MIEDO”
Materiales:
- Dos bolsas o mochilas opacas (que no se pueda ver lo que hay dentro), un bote de salsa, un estropajo o algún objeto rasposo.
Desarrollo de la actividad:
- Previamente, introduce el bote de salsa en una de las bolsas y ciérrala. Posteriormente, introduce el estropajo dentro de la otra bolsa y ciérrala.
- Pídele que se sienten y luego indícale que meterá la mano para descubrir qué hay dentro pero que no podrá ver, tendrá que voltear su rostro a otra parte o cerrar los ojos.
- Primero, toma la bolsa que contiene la salsa y “describe” lo que hay dentro haciéndole ver que puede ser algo “peligroso”. Por ejemplo: “Ten mucho cuidado con lo que hay dentro, te puede picar y es algo que te hace daño, se cuidadoso. Pero confía, no tengas miedo, no te va a pasar nada, te lo aseguro”.
- Luego, haz una pequeña abertura, pídele que se volteé y que introduzca su mano. Mientras mete la mano recuérdale las características del objeto que mencionaste, hazla de emoción, haz hincapié en que es peligroso o que pica, para que él imagine que es algún animal o algo similar. El objetivo es que dude un poco.
- Ahora, toma la segunda bolsa, la que contiene el estropajo u objeto rasposo y antes de que le pidas que meta su mano, describe el objeto. Por ejemplo: “Ten cuidado, lo que hay dentro, puede ser que no se sienta nada agradable cuando lo toques, así que tócalo con cuidado. Pero no tengas miedo, no te lastimará, confía en mí”.
- Haz una pequeña abertura, pídele que se volteé y que introduzca su mano.
- Puedes pedirle que diga lo que cree que hay dentro y sacas los objetos para que los vea.
NOTA: LOS OBJETOS QUE ESCOJAS DEBEN SER INOFENSIVOS, PERO NO MUY AGRADABLES AL TACTO PARA QUE, CUANDO LOS DESCRIBAS, PARECIERA QUE FUERA ALGO MUY MALO, PERO SIEMPRE TIENES QUE TERMINAR DICIENDO “NO TENGAS MIEDO, NO TE PASARÁ NADA, CONFÍA”. ESCOGER LA SALSA, ME PARECE UNA MUY BUENA OPCIÓN, YA QUE PUEDES DESCRIBIRLO COMO ALGO QUE TE PUEDE “PICAR Y HACER DAÑO” PERO SABEMOS QUE ESTO SOLO SUCEDE CUANDO LO INGIERES.
Preguntas para ayudar a la reflexión:
- ¿Qué sentiste cuando comencé a describirte los objetos? ¿Qué pensabas que podía ser? ¿Tenías miedo o nervios de meter tu mano? ¿Qué sentiste cuando ya lo tocaste y te diste cuenta de que no pasaba nada? Cuándo lo hiciste por segunda vez, ¿fue más fácil o más difícil? ¿Por qué? ¿En algún momento pensaste que lo que había adentro podía hacerte daño? ¿Ayudó que te dijera que no tuvieras miedo?
Reflexión del evangelio:
Para comenzar la reflexión, primero hay que dar a conocer el evangelio del día, te dejo una manera en la que puedes contarlo por medio de un pictocuento:
Materiales:
- Pictocuento o imágenes por separado.
Explicación de la actividad:
- El pictograma es una narración de cuentos donde aparecen palabras y en algunas ocasiones hay ciertas palabras que se intercambia por dibujos, haciendo una dinámica divertida para el lector y los espectadores.
- El propósito de esta dinámica es introducir el evangelio de forma interactiva, donde se pretende que los niños se sientan protagonistas de la historia del evangelio y de ahí partir a la meditación.
- Yo te propongo que, si la meditación la haces con 1 o 2 niños, la realicen juntos leyendo el pictocuento que te dejo AQUÍ.
- Si la meditación la realizas con tres o más niños, podrías proyectarles el pictocuento e irlo leyendo juntos.
- Otra opción sería que tú lo leas en voz alta, pegues las imágenes que aparecen en el cuento y cada vez que aparezca una, la señales y ellos puedan decir la palabra. De esta manera, estarán prestando atención al interactuar contigo en la narración del cuento. Para esta opción necesitas tener presente el PICTOGRAMA, tanto leyéndolo previamente, así como prepararte con las IMÁGENES, ya sea que las vayas a imprimir o proyectar para los niños.
Hoy Jesús menciona a lo largo del evangelio y en varias ocasiones “No tengan miedo”. El mensaje de Jesús es muy claro y nos lo hace notar con gran insistencia: ¡NO TENGAN MIEDO!
Hace unos momentos realizamos un juego ¿Lo recuerdas?, tú no sabías lo que había dentro de la bolsa y las descripciones de lo que había adentro no eran muy alentadoras, pues había palabras como “te puede picar”, “ten cuidado”, “te puede hacer daño”, etc. A pesar de que al principio tal vez sentiste temor por lo que pudiera pasar, lograste meter tu mano y tocar lo que había adentro. También estoy segura que te ayudó a lograrlo las palabras de aliento que te decía al final, como: “no tengas miedo”, “no te pasará nada”. A demás que, deducías que yo sabía lo que había dentro, así que, de alguna manera, esto te aseguraba que todo iba a estar bien.
La segunda vez que lo hiciste, me imagino que fue aún más sencillo hacerlo, puesto que comprobaste que nada sucedió, que en verdad no tenías nada que temer y ya no pensaste tanto en meter o no la mano, incluso tuviste más seguridad.
Así mismo pasa con Dios, hoy Jesús nos dice que “no tengamos miedo”, así como yo te decía en el juego. Y estas palabras en el juego, nos ayudan a poder sentir mayor confianza para lograr meter la mano. En particular, hoy reflexionamos acerca del miedo que a veces sentimos demostrar nuestras creencias en Jesús frente a otros, te pongo unos ejemplos: no es lo mismo hacer tu oración en la noche, en tu cuarto, sin nadie que te vea o quizás con tu familia, pero, ¿qué tal cuando estas en la escuela? Cuando hay personas desconocidas, cuando no estás dentro de una iglesia donde todos rezan también, es un poco incómodo ¿cierto? Imagina que vas a jugar un partido de futbol súper importante y en tu casa tienes tú y tu familia la costumbre de que siempre hacen oración y dedican su esfuerzo a Dios antes de cada actividad, pero como estás con otros niños y personas que no lo hacen, prefieres no persignarte ni que te escuchen hacer oración para que no vayan a decirte nada. Siguiendo esta reflexión ahora realizaremos una actividad.
*DINÁMICA: “MI DIRECCIÓN SIEMPRE ES JESÚS”
Materiales: Vaso trasparente con agua y una nota que diga “otros”, una imagen de Jesús, hoja con una flecha apuntando hacia la derecha.
Desarrollo:
- Pídele al niño que se siete frente a la mesa, en una buena posición para que logre visualizar correctamente el experimento.
- Coloca la imagen de Jesús frente a los niños, de su lado derecho.
- Enséñales la hoja de la flecha y diles que esa hoja son ellos y que la flecha indica hacia donde están caminando. Coloca la hoja del lado izquierdo de la imagen de Jesús, de forma que la flecha apunte a la imagen.
- Ahora, enséñales el vaso con agua que tiene la hoja que dice “otros”. Y colócalo frente al papel con la flecha, de modo que la dirección de la fecha cambie, gracias al efecto de refracción.
- Quita el vaso para que vuelvan a observar que las flechas siguen apuntando hacia donde mismo, pero frente al agua, cambian de posición.
NOTA: Te sugiero que lo practiques previamente para que al momento de hacerlo sepas como colocar los elementos y salga todo bien.
Preguntas para ayudar a la reflexión:
- ¿Hacia dónde apuntaba la flecha al principio? ¿Qué pasó cuando coloqué el vaso delante de la flecha? ¿Cuándo parece que las flecha no apunta hacia Jesús?


Reflexión y cierre:
El evangelio de hoy dice, “a quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre, que está en los cielos”. El camino que queremos seguir es el de Jesús y esto no debe cambiar o depender si hay o no personas, ¡no tengamos miedo de que vean que creemos en Dios! No seamos como la flecha del experimento que cuando esta frente a otros, cambia su dirección y ya cuando todos se van, vuelve a seguirlo otra vez.
Jesús hoy y siempre nos echa muchas porras para seguir adelante, para vencer ese miedo y no tener pena, porque nuestra recompensa será grande en el cielo. No tenemos de que avergonzarnos, Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Y así como cuando metiste tu mano a la bolsa y viste que no pasó nada y luego la segunda vez fue mucho más fácil, así mismo, una vez que logres vencer el miedo de la mano de Jesús, todo será más sencillo y ya no tendrás de que preocuparte, pues ya no tendrás miedo y toda tu vida, frente a los demás o no, siempre apuntará hacia Él.
San Luis de Gonzaga, el patrono de los estudiantes nos da un ejemplo de santidad que es de total admiración. Cuenta una anécdota que se encontraba el joven jesuita jugando futbol con sus amigos. En medio de aquel juego, un compañero le preguntó: «¿Qué harías si supieras que el Señor te llama para el juicio final?» No respondió el santo que se iría a la capilla a rezar o a confesarse, sino: «Nada distinto, seguiría jugando». Porque él estaba alerta y no necesitaba encontrarse constantemente en oración explícita, pues durante todas sus actividades, él estaba totalmente seguro de estar haciendo lo que Dios quería de él. Es lo que debemos de hacer, que todo lo que hagamos hable de la fe que tenemos, que no nos dé miedo de mostrar nuestra fe a los demás, tengamos nosotros también la certeza de que, si Jesús viene en cualquier momento, verá que nuestro camino apunta siempre hacia Él.
Para finalizar, cierra con una pequeña oración: “Jesús, hoy te damos gracias porque nos das palabras de aliento para no tener miedo, porque nos recuerdas que, si mostramos a los demás que creemos en Ti, nuestro Padre Dios, nos recompensará. Ayúdanos a ser valientes y a superar el miedo de tu mano. Amén”.
Y que todo sea para la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén 😊
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¡Bendecido domingo!
Hello. And Bye.
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