“Vayan también ustedes a mi viña”
Meditando el evangelio dominical con los niños.
Hola, que gusto poder saludarte por aquí. 😊 Este domingo, en el evangelio, Jesús nos da una gran enseñanza por medio de la parábola de los trabajadores de la viña. Por medio de este evangelio, queremos enfocar nuestra reflexión en lo afortunados que somos por estar llamados al Reino de los cielos.
Te animo a que, si decides realizar la reflexión del evangelio con tus niños, te tomes el tiempo suficiente para meditar el evangelio que vas a enseñar (Mateo 20, 1-16). Entra en oración y pide la luz del Espíritu Santo, para que, por medio de su sabiduría, logres guiar a los niños a que descubran su mensaje.
PROPÓSITO: VALORAR EL LLAMADO DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS Y TRABAJAR EN LO QUE FUIMOS LLAMADOS A HACER.
*Dinámica reflexiva para introducir el tema*
Materiales:
- Un pastel pequeño, platos, tenedores y servilletas.
Desarrollo de la actividad:
- El propósito de esta dinámica, tiene como fin que los niños reflexionen acerca del llamado de Dios y su justicia divina.
- (Previamente a la lección de hoy, prepara o compra un pastel pequeño y córtalo en pedazos desiguales, con el propósito de que se note la diferencia de tamaños entre las rebanadas) “El día de hoy les traje algo muy delicioso para para comenzar con nuestra lección ¿qué creen que sea? Es algo dulce, para cocinarlo necesitas harina, azúcar, betún, meterlo al horno… ¡Exacto! Es un pastel. ¿Alguien quiere una rebanada de pastel? Muy bien les iré dando el pastel para que lo vayan pasando hasta que todos tengamos nuestra rebanada”.
- Pasa primero las rebanadas más grandes y diles que se los vayan pasando hasta que llegue al niño que esté más lejos de ti.
- Las rebanadas más delgadas pásalas hasta el final de modo que, a los primeros (los que están más cerca de ti), tengan los pedazos más pequeños. Si te reclaman, no contestes nada hasta la reflexión.
- Es importante aplicar la dinámica de al repartir el pastel, sean ellos los que lo pasen, ya que de esta manera todos lograrán notar la diferencia entre el tamaño de las rebanadas y comiencen a compararlos.
Reflexión del evangelio:
¡Muy bien! Lo que sobró lo guardaré para compartirlo con otras personas que veré después. Ya todos tienen su rebanada de pastel, ¿cierto? Porque, eso era lo que les había dicho, que les daría “una rebanada de pastel” y lo cumplí, así que ahora, podemos comenzar a comerlo.
Estuve escuchando que mientras les repartía el pastel estaban comparando los tamaños de las rebanadas y esto me recordó al evangelio de hoy, Jesús comparara el Reino de Dios con una situación similar a esta pero la historia de Jesús pasó en un viñedo ¿saben que es un “viñedo”? ¡Así es! Es un terreno donde plantan vides, que es el árbol donde se dan las uvas. ¿Quieres escuchar la historia?
Es momento de introducir el evangelio dominical, AQUÍ te dejo una opción de cómo puedes introducir el evangelio. Te animo a que puedas hacer ademanes exagerados, mímica y gesticulaciones que llamen la atención de los niños, así como preguntas durante el evangelio, para así seguir manteniendo la atención.
¿Se dieron cuenta? ¿En qué se parece la historia de Jesús con lo que sucedió con el pastel? En ocasiones nos pasa lo mismo que les pasó a los trabajadores de la viña, dejaron de ver y valorar lo más grandioso que les pasó: ¡Ser llamados a la viña del Señor! Y simplemente se enfocaron en la paga que, si se dieron cuenta, fue totalmente justo. Lo que el Señor les prometió.
Fueron llamados a la viña a trabajar y se les mencionó que se les daría un denario y fue justamente lo que recibieron, pero comenzaron a comparar sus trabajos con los de los demás y ya no veían que lo que estaban recibiendo era lo que ellos con gran gusto aceptaron recibir. Cuando les ofrecí pastel les dije “¿Alguien quiere una rebanada de pastel?” No les dije de que tamaño, pero les aseguré que iban a tener una rebanada de pastel. Cuando comenzaron a ver que eran de distintos tamaños, comenzaron a comparar y tal vez, hasta quejarse de la rebanada.
Tenemos que enfocar nuestra atención en el llamado, todos nosotros hemos sido llamados a trabajar en el Reino de los Cielos y claro, unos tal vez comenzaron más pequeños, otros más grandes, quizás unos trabajaran más porque no están en una escuela donde todos crean en Jesús pero lo importante es que hemos sido llamados. Nuestra fortuna está en ser llamados a trabajar aquí en la tierra por el Reino de los Cielos y si hacemos nuestro trabajo, como lo hemos aprendido de Jesús: a decir la verdad, ayudar a otros, compartir lo que tenemos, ser amables, etc. tendremos la recompensa que Jesús nos ha dado: estar con Él en el paraíso.
*Actividad: Concéntrate en el objetivo*
Material:
- Dulces, dos pares de medias, 10 botellas de agua y dos pelotas de tenis o dos naranjas.
Desarrollo de la actividad:
- Para comenzar les dirás que les darás un dulce al que participe en el reto (sin especificar que todos los que participen ganaran).
- Coloca 5 botellas en fila con espacio de aprox. 30cm de separación entre cada una.
- Con las otras 5 botellas harás lo mismo. Forma la fila de manera perpendicular a la fila que formaste anteriormente.
- Pasa a dos jugadores y dales un par de medias a cada uno y una pelota, diles que coloque la pelota o naranja en el fondo de donde iría una de las piernas en la media.
- Los jugadores tendrán que ponerse su media cuando esté lista, en la cabeza de forma que al agachar la cabeza hacia el frente haga un tipo “péndulo” con la pelota en la media. Te sugiero que hagan un nudo en la media, en caso de que se estiren demasiado.
- El objetivo de los jugadores es tirar todas las 5 botellas de su fila.
*Para este juego necesitan concentración y probablemente se van a distraer viendo si el otro jugador ya terminó, pueden echar porras también para meter algo de “presión” entre ellos (esto ayudará a la reflexión). Sin embargo, al final todos ganarán el dulce prometido porque no es una competencia de quien termine primero*
Reflexión final y cierre
¡Felicidades a todos los que jugaron y obtuvieron su premio! Observé que muchos se distraían por querer terminar primero y esto hacía que perdieran su concentración y no ayudaba para nada a tirar los botes ¿cierto?
Que nuestros ojos no se desvíen viendo si alguien trabaja más o menos, si alguien nos está ganando o no, somos bendecidos al ser llamados a esta obra de amor tan hermosa de la construcción del Reino y debemos de sentirnos muy felices de que todos los días podemos trabajar a lo que fuimos llamados y al final, todos recibiremos lo que tanto anhelamos.
Que tu corazón siempre se encuentre agradecido y feliz de ser llamado por Él, siéntete dichoso de tu llamado en el tiempo perfecto de Dios pensó para ti y trabaja con todo tu corazón porque todos nuestros esfuerzos y sufrimientos valdrán la pena al ser recompensado con la gloria que habremos de ver al final (Romanos 8, 18).
Para finalizar, cierra con una pequeña oración: “Jesús, te damos gracias por tus enseñanzas, te damos gracias porque hoy nos das una gran lección a nuestro corazón tan humano que muchas veces se pierde en el egoísmo y te deja de ver. Te pedimos que nos ayudes a siempre valorar el llamado que nos haces a trabajar en el Reino de los Cielos y que llenos de gozo nos esforcemos por hacer un buen trabajo para al final poder disfrutar de tu promesa en el paraíso”. Amén.
Y que todo sea para la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén 😊
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¡Bendecido domingo!