“Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla lo que deseas”

“Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla lo que deseas”

Meditando el evangelio dominical con los niños.

Hola, que gusto poder saludarte por aquí. 😊 Este domingo tenemos un pasaje bíblico donde observaremos que Jesús reconoce con gran admiración la fe de una mujer que le pedía la sanación de su hija y a pesar de que Jesús se muestra con cierta actitud “fría”, la insistencia de la mujer fue la clave de la muestra de su gran fe.

Te animo a que, si decides realizar la reflexión del evangelio con tus niños, te tomes el tiempo suficiente para meditar el evangelio que vas a enseñar (Mateo 15, 21-28). Entra en oración y pide la luz del Espíritu Santo, para que, por medio de su sabiduría, logres guiar a los niños a que descubran su mensaje.

PROPÓSITO: RECONOCER QUE LA PERSEVERANCIA EN LA ORACIÓN TIENE GRANDES FRUTOS Y DIOS RECONOCE AHÍ TAMBIÉN NUESTRA FE.

*Dinámica reflexiva para introducir el tema*

Materiales:

  • Una guitarra o instrumento musical.

Desarrollo de la actividad:

  • El propósito de esta dinámica introductoria tiene como fin que los niños reflexionen sobre lo bueno que es la perseverancia.
  • “Miren lo que traje hoy, ¿alguien sabe tocar la guitarra? Hoy me gustaría compartirte como es que logré tocar la guitarra. Cuando yo estaba aprendiendo no sabía ni agarrar la guitarra, mis dedos eran muy torpes y era muy agotador aprender y ver que no lo conseguía, pero sabía que si seguía practicando llegaría a tocar canciones con mi guitarra, inventar nuevas melodías, llevarle serenata a mi abuelita, entre muchas cosas más”.
  • “Y seguí y seguí intentando, día tras día, pasaron semanas, incluso meses y después de varios meses… ¡Logré tocar mi primera canción en mi guitarra! No saben lo feliz que me sentí, mi corazón saltaba de emoción porque logré lo que me había propuesto, a pesar de que me costó muchos días de práctica, todos los días practicar y practicar. Fue así que esa perseverancia y no rendirme en el camino, me ayudó a lograr lo que quería: aprender a tocar la guitarra”
  • Ahora pregunta: “¿Alguna vez te has tomado mucho tiempo para aprender algo?”

NOTA:

Puedes sustituirlo con alguna historia que hable sobre la perseverancia o comparte alguna historia personal donde te haya llevado tiempo aprender a hacer algo. Aquí te dejo otras ideas: aprender a andar en bicicleta, un bebé aprender a caminar, aprender a tejer, aprender a leer, etc. Si puedes llevar algo visual o tangible que los niños puedan ver y manipular, sería lo ideal.

Reflexión del evangelio:

¡Me encantó escuchar sus historias! ¿Y sabes qué? Todas estas historias tienen algo en común, tuvimos que ser perseverantes para conseguir lo que queríamos. Estoy segura que también tendrás algunas historias donde quizás te sucedió lo contrario, historias donde lo intentaste una vez, pero viste que era difícil y mejor ya no seguiste intentando donde finalmente, nunca lograste conseguirlo. Hoy te voy a contar sobre una mujer que fue de esas personas que no se rinden y que, su deseo por querer conseguir lo que quería la llevó a no rendirse hasta conseguirlo, hasta Jesús se quedó boquiabierto por lo que hizo la mujer, ¿quieres saber qué pasó?

Es momento de introducir el evangelio dominical, AQUÍ te dejo una opción de cómo puedes introducir el evangelio. Te animo a que puedas hacer ademanes exagerados, mímica y gesticulaciones que llamen la atención de los niños, así como preguntas durante el evangelio, para así seguir manteniendo la atención.

La primera vez que la mujer le pide ayuda a Jesús, dice el evangelio que Jesús no le contestó ni una sola palabra, ¿imagínate que sintió la mujer? Estoy segura que esperaba que Jesús la ayudara rápidamente. Después de ir en busca de Él, no sabemos cuanto tuvo que caminar y cuanto tardó en llegar a Él para que al final pareciera que Jesús no quería ayudarla. Pero a ella no le importó, sabía que si seguía insistiendo iba a lograr que Jesús la ayudara.

Tenía tanta fe en que Jesús era el único que podría ayudarla a curar a su hija que no se dio por vencida, siguió insistiendo e insistiendo. Jesús le respondía dándole a entender que no la iba a ayudar y ella no se fue de ahí, ni se puso a llorar, al contrario, le respondía a Jesús diciéndole que sabía que su misericordia es tan grande que estaba segura que la iba a ayudar y fue así que Jesús se dio cuenta de su fe. Y por su fe, su hija fue sanada.

En ocasiones a nosotros nos va a pasar lo mismo que a esta mujer, vamos a pedirle algo al Señor y quizás no nos responde ni una sola palabra, va a parecer que no nos quiere ayudar, pero como vemos en esta historia, Dios nos demuestra que no es que no quiera ayudarnos, sino que también este aparente silencio es una forma de probar nuestra fe y en esos momentos, lo que va a fortalecer nuestra fe será seguir insistiendo y perseverar en la oración.

Lo que a nosotros nos toca hacer es orar, orar y orar, no cansarnos de ello porque sabemos que nos escucha un Dios lleno de misericordia y nunca es sordo a la voz de sus hijos.

*Dinámica: Esfuérzate por conseguirlo*

Material:

  • No necesitarás ningún material.

Desarrollo de la actividad:

  • Plantea este reto: “Vas a ponerte frente a una persona y tu objetivo será lograr hacerlo reír, la persona intentará no reírse y estar serio. No podrás tocarlo ni moverlo, solo puedes hablar y moverte como te quieras. Si logras hacerlo reír, ganas”.
  • Ahora diles que intercambien papeles.

NOTA: Puedes hacer el ejercicio a modo de competencias si tienes muchos niños. Divídelos en binas y los que ganen, compiten contras los ganadores de otras binas y así hasta obtener un ganador.

Reflexión final y cierre

¿Te gustó el juego? Para mí fue muy divertido y sorprenderte ver lo mucho que hacían para lograr hacer reír a sus compañeros, hacían cualquier cosa por hacerlo reír y no se rendían por lograrlo. ¡Los felicito! Sé que con algunos compañeros fue más fácil y con otros más difícil, pero ustedes tenían la certeza de que con lo que hacían iban a lograr su objetivo: hacerlo reír.

Así como la mujer cananea, no se rindió ante las respuestas de Jesús y demostró su fe a través de su perseverancia al seguir intentando poder hablar con Jesús, te invito a que tú tampoco desistas en tu oración. A pesar de que a veces sientas que Jesús no responde, no dejes de orar y pide con mucha fe lo que necesitas, teniendo la seguridad de que Jesús escucha tu oración e intercede ante su Padre por ti y tus oraciones.

Para finalizar, cierra con una pequeña oración: “Amigo Jesús, sabemos que Tú quieres lo mejor para nosotros, sabemos que Tú quieres que nuestra fe siga creciendo y nos ayudas a que nuestra fe crezca. Te pedimos que veas nuestros esfuerzos por perseverar, danos la fuerza para que no nos demos por vencidos y que logremos acrecentar nuestra fe”. Amén.

Y que todo sea para la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén 😊

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¡Bendecido domingo!



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