“Todo está listo. Vengan a la boda”

Meditando el evangelio dominical con los niños.
Hola, que gusto poder saludarte por aquí. 😊 Este domingo, en el evangelio, Jesús nos enseña por medio de la parábola de la fiesta de bodas, un gran mensaje. A través de esta parábola, nos enfocaremos en la invitación que Dios nos hace a participar de su banquete y como es que debemos de estar listos para asistir a su gran fiesta.
Te animo a que, si decides realizar la reflexión del evangelio con tus niños, te tomes el tiempo suficiente para meditar el evangelio que vas a enseñar (Mateo 22, 1-14). Entra en oración y pide la luz del Espíritu Santo, para que, por medio de su sabiduría, logres guiar a los niños a que descubran su mensaje.
PROPÓSITO: RECONOCER LA INVITACIÓN DE DIOS PARA PARTICIPAR EN EL REINO DE LOS CIELOS Y PREPARAR NUESTRO CORAZÓN PARA ASISTIR A LA GRAN FIESTA CELESTIAL.
*Juego – “¿Qué debo usar?” *
Materiales:
- Dibujos grandes de distintos lugares: Salón de bodas, alberca, cocina, montañas nevadas. Tarjetas con dibujos de distintas cosas: esmoquin, vestido de noche, traje de baño, bloqueador, mandil, sartén, batidora, chaqueta, bufanda, esquíes, zapatos de tacón, etc. Cinta y una cajita para colocar las tarjetas. *Opcional: 2 costales*
Desarrollo de la actividad:
- El propósito de esta actividad, tiene como fin que los niños reflexionen acerca de cómo visten para ir a distintos lugares.
- Previamente pega en una pared los dibujos de los lugares (salón de bodas, alberca, cocina y montañas nevadas) y coloca las tarjetas (de los dibujos de las prendas y cosas) en una cajita donde todas quepan, revuélvelas para que no estén acomodadas según la temática.
- Frente a la pared donde están los dibujos pegados, pero a una distancia lejana, coloca en el suelo la caja con las tarjetas.
- También previamente, corta pedacitos de cinta que puedas dejar en la orilla de la caja para que los niños las puedan tomar con facilidad.
- Si son muchos niños, puedes separar a los niños en dos equipos y pedirles que se formen en filas. Las dos filas deberán estar viendo con dirección a las imágenes pegadas en la pared. Coloca a los primeros niños de cada fila de manera que entre ellos dos, se encuentre la caja de tarjetas.
- Si tienes costales, pídeles a los primeros de cada fila que se lo pongan. El juego consiste en que tomen una tarjeta y un pedazo de cinta, y vayan saltando hasta llegar al dibujo del lugar que se asocie con el dibujo de la tarjeta que tomaron.Al pegar una, deberán de regresar al lugar donde comenzaron para pasar el costal al siguiente niño y que pueda hacer lo mismo.
- Gana el equipo que logre pegar más tarjetas correctamente.
NOTA: Si no tienes costales, puedes dar indicaciones distintas en cada ronda, por ejemplo “ve saltando en un pie”, “ve gateando”, también puedes poner obstáculos, etc.
- AQUÍ te dejamos un documento que puedes imprimir para realizar la actividad.
Reflexión del evangelio:
¿Qué les pareció la actividad? ¿Les gustó? ¿Fue difícil saber dónde colocar la tarjeta? (Da tiempo para contestar). Me encantó ver como todos al ver la tarjeta, ya sabían en que lugar iba y no tenían que preguntar o cambiar de tarjeta, observen todos estos lugares… ¿Han ido a una alberca? ¿Tienen cocina en sus casas? ¿Han ido a esquiar? ¿Alguna vez han asistido a una boda?
Si observan bien, todas las cosas que tienes que llevar a una boda es ¡prácticamente solo tu ropa! Pero no es cualquier ropa, sino que para ir a una boda te llevas ropa tan elegante que estoy segura que casi no usas, solamente para ocasiones especiales y precisamente una de ellas es: UNA BODA. Las bodas son un evento tan especial que no te puedes ir despeinado o con lo primero que encuentres en tu closet, así como vas a una alberca o a tu propia cocina.
Tengo una pregunta… ¿Todos los días te planchan la ropa que vas a usar? ¡NO! Y para ir a una boda, toda la ropa se plancha, en ocasiones hasta la llevan a la tintorería. Y si hablamos de cómo nos vemos, a las mujeres nos gusta maquillarnos o ir a alguna estética para que nos hagan un bonito peinado, los hombres se peinan muy bien, usan gel y se ponen su mejor loción. El ser invitado a una boda es un privilegio, pero al mismo tiempo, vemos también que es un gran compromiso pues requiere tiempo y esfuerzo porque no podemos asistir como andamos ahorita, ¿o sí?
En el evangelio del día de hoy, Jesús nos cuenta una parábola donde compara el Reino de los Cielos con una boda, ¿Quieres escucharla? Pon mucha atención…
Es momento de introducir el evangelio dominical, AQUÍ te dejo una opción de cómo puedes introducir el evangelio. Te animo a que puedas hacer ademanes exagerados, mímica y gesticulaciones que llamen la atención de los niños, así como preguntas durante el evangelio, para así seguir manteniendo la atención.
¿Qué te pareció la historia? ¿Qué te pareció la actitud que tomaron los primeros invitados? Y a los que invitaron después, ¿si fueron? ¿Por qué sacaron a alguien de la boda al final de la historia?
¿Te diste cuenta? El Rey con mucha alegría invitó a muchas personas, los primeros no quisieron ir, no se arreglaron, no hicieron caso, a pesar de que fueron privilegiados de ser invitados a la gran boda ¡no les interesó ir! En cambio, los otros fueron con gran gusto, se pusieron sus mejores ropas porque apreciaron el haber sido invitados a una boda tan especial.
Tu y yo estamos invitados a “La Gran Boda”, al gran festín del Reino de los Cielos ¡Al gran banquete! No podemos quedarnos de brazos cruzados e ignorar la invitación ¡Somos privilegiados de esta gran invitación! Pero ¿Qué tenemos que hacer? Pues lo más importante… ¡PREPARNOS! Ya vimos en el evangelio, que eso es lo más importante, estamos invitados, pero no podemos ir sin prepararnos porque a una boda no se asiste así, nos tenemos que preparar e ir con nuestra mejor versión. Y prepararnos para entrar al Reino de los cielos implica tomarnos el tiempo de arreglarnos, pero arreglar nuestro corazón para que este impecable, sin manchitas de mentiras, sin manchitas de malas palabras, sin manchas de peleas con nuestros hermanos, etc.
Reflexión final y cierre
Agradezcamos y sintámonos felices de ser llamados al banquete del Señor y vayamos preparando nuestro corazón para que cuando el Señor nos diga “Todo está listo. Vengan a la boda” estemos listos para ir con un corazón muy limpio y arreglado con obras de caridad y una vida recta.
Por último, cierra con una pequeña oración: “Te agradecemos Señor por la invitación que nos haces de vivir en tu Reino, nosotros queremos tomarnos el tiempo para prepararnos para la gran fiesta y responder a tu invitación con gran alegría. Te pedimos que nos ayudes a desear siempre hacer el bien y así, poner manos a la obra para ir arreglando nuestros corazones para ser de los invitados que asisten con un corazón arreglado a la fiesta”. Amén.
Y que todo sea para la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén 😊
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¡Bendecido domingo!