“Cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos viñadores?”

Meditando el evangelio dominical con los niños.
Hola, que gusto poder saludarte por aquí. 😊 Este domingo, en el evangelio, Jesús nos enseña la parábola de los viñadores malvados. Por medio de esta parábola, nos enfocaremos en los muchos dones que Dios nos otorga y que en muchas ocasiones no hemos respondido siempre de la mejor manera.
Te animo a que, si decides realizar la reflexión del evangelio con tus niños, te tomes el tiempo suficiente para meditar el evangelio que vas a enseñar (Mateo 21, 33-43). Entra en oración y pide la luz del Espíritu Santo, para que, por medio de su sabiduría, logres guiar a los niños a que descubran su mensaje.
PROPÓSITO: REFLEXIONAR ACERCA DE LOS CUIDADOS QUE DAMOS A LOS DONES Y REGALOS QUE DIOS NOS HA CONFIADO.
*Historia Reflexiva – “El puesto de limonada” *
Materiales:
- Limonada, vasos para todos los niños.
Desarrollo de la actividad:
- El propósito de esta dinámica, tiene como fin que los niños reflexionen en el significado del evangelio por medio de un cuento que se aterriza a una situación cotidiana.
- Previamente sirve limonada en los vasos y repártele un vaso a cada uno.
- “¡Me encanta la limonada! ¿Y a ustedes? ¿Alguno de ustedes ha comprado limonada en algún puesto de la calle o incluso a vendido limonada? Esta limonada me recordó a la historia de un niño llamado Alan, ¿quieres escucharla?
NOTA: Pide a los niños que se acomoden en una manera cómoda y tú, colócate en un lugar donde todos puedan verte.
- “Un día Alan fue a casa de sus abuelitos y estaba muy triste porque había visto que salió a la venta una bicicleta que le gustaba mucho y que siempre había querido pero no tenía dinero para comprarla, su abuelita fue con él y le propuso algo: “Te prestaré algo de dinero con el cual podrás comprar lo necesario para hacer un puesto de limonada, todos los días del verano tendrás que salir a vender y así podrás juntar el dinero necesario para comprar la bicicleta que tanto quieres pero cuando termines de reunir el dinero que necesitas para tu bici, lo demás lo tendrás que guardar para dármelo después, ¿de acuerdo?” A Alan le encantó la idea y pronto aceptó y fue a comprar todo lo que necesitaba. Puso el puesto de limonada a fuera de su casa y durante todo el verano salió a vender limonada, la verdad es que le fue muy bien en sus ventas y junto tanto dinero que ya había terminado de juntar lo de su bicicleta y seguía juntando mucho más. Un día la abuelita mandó a su nieta Daniela por el dinero que ya le sobraba a Alan pero Alan no se lo quiso dar, le dijo que se fuera y la corrió de su puesto, al siguiente día mandó a su nieto Paco e hizo lo mismo, le pidió el dinero que le correspondía a su abuelita y Alan le dijo mentiras diciéndole que aún no ganaba dinero, esto lo dijo porque Alan se quería quedar con todo el dinero y sin darle nada a su abuelita, a pesar del trato que habían realizado al principio. Por último, fue la mamá de Alan a pedirle el dinero de la abuela y Alan comenzó a hacer muchos berrinches, escondió el dinero y no quiso regresar ni una sola moneda. Su abuelita fue al puesto de Alan, estaba muy triste por todo lo que había hecho: corrido a su prima Daniela, mentido a su primo Paco y esconderle el dinero a su mamá. Por ello, le dijo que ya no harían más tratos, quitó su puesto de limonada y le pidió todo el dinero, contando el de la bicicleta”
- Realiza las siguientes preguntas a los niños: ¿Qué te pareció la actitud de Alan? ¿Estuvo bien lo que hizo? ¿Por qué? ¿Qué debió de haber hecho Alan? ¿Cómo crees que se sintió su abuelita al ver que Alan se volvió muy egoísta? ¿Con qué se quedó Alan al final de la historia? ¿Pudo comprar su bicicleta?
Reflexión del evangelio:
Si Alan hubiera cumplido su promesa y hubiera cuidado el dinero de su abuelita ¡otra cosa hubiera sido! Me parece que Alan decidió seguir el camino egoísta donde no compartió todo lo que logró hacer con lo que su abuelita le dio. ¿Sabes? Hay historia muy similar como lo que le pasó a Alan en la Biblia, esta historia es la parábola con la que Jesús nos enseña algo muy importante el día de hoy, se llama “La parábola de los viñadores malvados” ¿Quieres saber de qué se trata? ¿Por qué unos viñadores malvados? ¡Escuchémosla!
Es momento de introducir el evangelio dominical, AQUÍ te dejo una opción de cómo puedes introducir el evangelio. Te animo a que puedas hacer ademanes exagerados, mímica y gesticulaciones que llamen la atención de los niños, así como preguntas durante el evangelio, para así seguir manteniendo la atención.
¿Qué te pareció la historia? ¿Los viñadores si eran realmente malvados? ¿En qué crees que se parecen la historia de los viñadores y la de Alan y el puesto de limonada? ¿Cuál crees que sea el mensaje del evangelio?
En las dos historias alguien le confía algo a otro, en el caso de Alan es su abuela la que le da el dinero que él no tenía y en la historia de Jesús, el dueño del viñedo les prestó su terreno a unos viñadores. Y es así que Jesús, dos muestra esta historia en la que también nosotros nos podemos ver reflejados: Dios es el dueño del viñedo y nos otorga grandes dones y regalos que nos los da para cuidarlos, trabajarlos y dar grandes frutos con ellos. Dios nos los da gratis, nos los da con tanto amor y delicadeza, pero ¿Qué pasa? En ocasiones no apreciamos los dones y regalos que Dios nos da, envía a Jesús a recoger los frutos que hemos hecho con lo mucho que nos da dado, y respondemos con indiferencia, egoísmo y rechazo.
Dios quiere que usemos sus dones y regalos para producir mucho fruto y un buen fruto repleto de amor, bondad, confianza, amabilidad, respeto, etc. Piensa un momento, ¿Qué dones y regalos te ha otorgado Dios? Quizás tener la bendición de tener una familia, casa, una cama para dormir tranquilo y calientito, comida, una escuela donde ir a aprender cosas nuevas, un carro con el cual puedes transpórtate con tu familia más rápido para todos lados, salud, etc.
Y ahora pregúntate ¿En verdad lo he apreciado y he dado fruto con ellos? En ocasiones nos pasa que a pesar de tener la fortuna de tener una cama deliciosa donde dormir, no nos tomamos el tiempo ni siquiera de tenderla, somos egoístas y no se la queremos prestar a nuestros hermanos, o quizás tenemos la fortuna de ir a la escuela, pero siempre nos quejamos y somos mal agradecidos, no hacemos la tarea o nos portamos mal en clases mmm…. A mi me parece que esos frutos no son los que Jesús esperaría recoger, al contrario, le estamos mostrando a Jesús que a pesar de haber recibido grandes regalos de Dios, respondemos de forma egoísta como los viñadores malvados ¿Y en verdad queremos ser como ellos?
*Actividad: Cuida tus bendiciones*
Material:
- Dos globos para cada niño y un marcador para cada uno.
Desarrollo de la actividad:
- Dale a cada niño dos globos, pídeles que los inflen y en cada uno deberán de escribir alguna bendición que Dios les ha regalado y que se sienten agradecidos de tener.
- Reproduce música para amenizar el momento y diles que lancen los globos al aire, tendrán que cuidar que sus globos no toquen el piso. Cuando la música pare, ya podrán tomar los globos, mientras siga la música solo podrán darles pequeños empujones para que no toquen el suelo.
- Pregunta reflexiva: ¿Fue difícil cuidar que los globos no tocaran el suelo? ¿Qué tuviste que hacer cumplir el propósito? ¿Por qué elegiste esas dos bendiciones? ¿Alguna vez no has respondido con amor ante esas bendiciones? ¿Qué acciones puedes hacer para cuidar tus bendiciones todos los días?
Reflexión final y cierre
Seamos unos buenos viñadores, de los que agradecen las bendiciones que Dios otorga y dan frutos llenos de amor para que así, el día que venga Jesús, nos encuentre trabajando y con frutos buenos.
Por último, haz una lista con las bendiciones que Dios te ha otorgado y escribe acciones con las que puedas responder con amor a Jesús. Al terminar, cierra con una pequeña oración:
“Gracias Jesús por tus enseñanzas, gracias por recordarnos hoy que somos muy bendecidos y que debemos de apreciar todo lo que se nos ha dado. Concedemos la gracia de responder con amor, cuidando y agradeciendo de corazón nuestras muchas bendiciones”. Amén.
Y que todo sea para la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén 😊
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¡Bendecido domingo!