“Porque mis ojos han visto a tu Salvador”

“Porque mis ojos han visto a tu Salvador”

Meditando el evangelio dominical con los niños.

Hola, que gusto poderte saludar por aquí, hoy en nuestro primer domingo después de Navidad. 😊 En esta ocasión el evangelio nos presenta a la Sagrada Familia presentando al Niño Jesús en el templo, y en este acontecimiento, surgen dos personajes importantes en los cuales gira nuestra reflexión de hoy.

Te animo a que, si decides realizar la reflexión del evangelio con tus niños, te tomes el tiempo suficiente para meditar el evangelio que vas a enseñar (Lucas 2, 22. 39 – 40). Entra en oración y pide la luz del Espíritu Santo, para que, por medio de su sabiduría, logres guiar a los niños a que descubran su mensaje.

PROPÓSITO: RECONOCER QUE DEBEMOS DE ESTAR ATENTOS A ENCONTRARNOS CON JESÚS EN CUALQUIER LUGAR Y PEDIR CONFIADAMENTE A LA SAGRADA FAMILIA SU INTERCESIÓN.

*Dinámica Reflexiva – ¿Si ves bien?

Materiales:

  • Anteojos

Desarrollo:

  • El propósito de esta dinámica, tiene como fin reflexionar entorno a la atención que debemos de tener a lo que nos rodea y como debemos ser sensibles a nuestro entorno.
  • “Miren estos anteojos que encontré en mi casa, ¿saben para qué se utilizan? ¡Exacto! Para ver bien, en ocasiones las personas no saben que necesitan anteojos, no se dan cuenta de que no ven bien algunas cosas, piensan que es normal no alcanzar a ver algo o se acostumbran a no ver bien. ¡Qué horrible acostumbrarte a no ver bien! Teniendo la oportunidad de revisarte la vista y graduarte unos lentes para mejorar la vista, existen personas que no le dan la importancia. ¿Alguna vez te han revisado la vista? ¿Usas lentes? ¿Qué sientes cuando no los traes puesto?

Reflexión del evangelio:

Hoy en el evangelio observaremos como los papás de Jesús, lo llevan al templo a presentarlo a Dios. Imagina que un día estuvieras en la iglesia y entrara María y José con Jesús bebé en sus brazos ¿Qué harías?

Dispón tu corazón a la escucha del evangelio y observa las reacciones de las personas que se encuentran dentro del templo al que llegó Jesús para ver, qué fue lo que hicieron ellos.

Es momento de introducir el evangelio dominical, AQUÍ te dejo una opción de cómo puedes introducir el evangelio. Te animo a que puedas hacer ademanes exagerados, mímica y gesticulaciones que llamen la atención de los niños, así como preguntas durante el evangelio, para así seguir manteniendo la atención.

¿Te diste cuenta de cómo reaccionaron las personas? ¿Quiénes se dieron cuenta de que ahí estaba Jesús? Estoy segura, que el templo estaba lleno de personas y únicamente Simeón y Ana fueron los únicos que se acercaron a Él. Pasaron desapercibido por muchos. Jesús, José y María era una familia humilde y sencilla y claro que no sobresalen a la vista, pero en cambio para Ana y Simeón, no fue así, más bien lo contrario.

Muchos de los presentes en el templo, quizás vieron a Jesús, pero no sabían quien era, no lo reconocieron, su vista estaba “nublada” o “borrosa” y no pudieron ver con claridad que el Rey de Reyes estaba tan cerca de ellos, en cambio, la vista Ana y Simeón era clara, al momento en que la Sagrada familia entró al templo, fueron a su encuentro pues sabían que no era cualquier niño el que entraba y sus ojos veían, era el Hijo de Dios, el Salvador.

Lo que hacía que ellos lo pudieran ver, no era por tener buena vista o porque usaban anteojos, si no porque su corazón estaba dispuesto al encuentro de Jesús, estaban a la espera de su llegada y siempre estaban en sintonía con Dios, como lo escuchamos en el evangelio. Quizás a los demás, les faltó abrir más su corazón, les faltaba hacer algo más por atender la vista del corazón para que en cualquier momento pudieran ver con claridad a Jesús.

Dinámica reflexiva – *Corazón observador*

Material:

  • Actividades “Encuentra las diferencias”

Desarrollo de la actividad:

  • ¿Alguna vez has jugado a un “Encuentra las diferencias”? ¿Qué tienes que hacer?
  • Otorga a cada niño una actividad y pídele que la resuelva
  • ¿Fue fácil o difícil?

NOTA: Aquí te dejo algunas actividades sencillas que encontré en internet, puedes utilizarlas si para tus niños representa un reto o puedes buscar más complicadas dependiendo sus edades.

Reflexión final y cierre

Jesús no llevaba una corona en su cabeza o ropa de oro, él era sencillo y su familia tan cotidiana como la nuestra, por ello, distinguir a Jesús va más allá de los ojos, se trata de un asunto del corazón, es mantener nuestro corazón abierto a lo cotidiano, a ser sensibles a nuestro alrededor para que nuestra vista sea clara y lo identifique en lo cotidiano, en lo sencillo, pues ahí habita.

Tal vez Jesús se nos presente en nuestra vecina, en un amiguito de la escuela, en el señor que pide ayuda para la medicina de su hija enferma, en nuestros hermanos, papás, abuelos, etc. En lo más cotidiano y sencillo de nuestra vida podemos tener un encuentro con el Hijo de Dios. Pidamos a María y José que nos ayuden a distinguir a Jesús y que, así como fueron a presentarlo aquel día en el templo, hoy nos presenten a Jesús en nuestros corazones.

Al terminar, cierra con una pequeña oración:

“María y José, hoy pedimos su ayuda para encontrarnos con su hijo Jesús, queremos tener un corazón que vea con claridad y que cuando pase frente a nosotros lo sepamos distinguir en nuestro prójimo. Intercedan por nosotros para que podamos dar gloria a Dios al servir y contemplar a Jesús con todo nuestro corazón. Amén”

Y que todo sea para la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén 😊

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¡Bendecido domingo!



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