“Y extendiendo su mano, lo tocó y le dijo: “¡Sí quiero: Sana!”

Meditando el evangelio dominical con los niños.
Hola, que gusto poderte saludar por aquí. 😊 Con gran emoción, me alegra escribir que este es el último domingo del tiempo ordinario, antes de comenzar con la cuaresma ¿Ya están listos? ¿Han meditado sobre como aprovechar este tiempo de reflexión, ayuno y oración para nutrir nuestras almas? Si aún no lo haces ¡Aún tenemos tiempo!
El día de hoy, observaremos en el evangelio una de las escenas más cautivadoras (en lo personal) de las sanaciones de Jesús. Te propongo reflexionar en el amor que Cristo muestra al leproso con su cercanía y las hermosas palabras que le dice ante su petición: “¡Si quiero: Sana!”.
Te animo a que, si decides realizar la reflexión del evangelio con tus niños, te tomes el tiempo suficiente para meditar el evangelio que vas a enseñar (Marcos 1, 40 – 45). Entra en oración y pide la luz del Espíritu Santo, para que, por medio de su sabiduría, logres guiar a los niños a que descubran su mensaje.
PROPÓSITO: CONTEMPLAR LA GRAN MISERICORDIA QUE JESÚS DA SIN MEDIDAS E IMITAR SU CERCANÍA Y SERVICIO HACIA LOS DEMÁS.
*Dinámica Reflexiva – “No tocar” *
Materiales:
Desarrollo:
- El propósito de esta actividad, tiene como fin reflexionar sobre el contexto de los leprosos en tiempos de Jesús
- Prepara previamente el cartel de “No Tocar” y pégalo en un lugar visible para todos.
- Comienza la meditación diciendo: “Ya vieron el cartel que está aquí ¿Qué dice? ¿Ya lo habían visto antes? ¿En dónde? ¿Qué es lo que advierte? ¿Para qué crees que lo pongan las personas en ciertos lugares? Una vez estaba caminando por el parque y vi un letrero similar que estaba en una banca recién pintada, entonces me di cuenta que lo habían colocado porque la pintura estaba fresca y si te sentabas o la tocabas te podían manchar y muy probablemente no ibas a poder quitar la pintura de tu ropa”
Reflexión del evangelio:
Este tipo de señales te advierten de ciertas cosas por ello el motivo de poner el cartel para no causarte algún daño. Hace mucho tiempo, cuando Jesús vivía aquí en la Tierra, había una enfermedad que se llamaba “Lepra” de hecho, aún existe, pero antes había muchas personas contagiadas y no había medicamentos para poder controlarla.
Las personas con esta enfermedad eran conocidas como “leprosos” ni siquiera eran llamados por su nombre ¿Te imaginas? Que te llamen por la enfermedad que tengas “el mocoso” “la varicela” y a demás de esto, nadie los quería, les ponían unas campanas para que sonaran cuando caminaban y saber que ahí estaban y no acercarse, ¡mucho menos tocarlos!
El día de hoy en el evangelio observaremos a una persona que tenía lepra y se atrevió a acercarse a Jesús ¿Cuál crees que fue la reacción de Jesús ante ellos? ¿Quieres saber qué pasó? Pon mucha atención y dispón tu corazón a escuchar la palabra de Dios.
Es momento de introducir el evangelio dominical, AQUÍ te dejo una opción de cómo puedes introducir el evangelio. Te animo a que puedas hacer ademanes exagerados, mímica y gesticulaciones que llamen la atención de los niños, así como preguntas durante el evangelio, para así seguir manteniendo la atención.
¿Te diste cuenta que hizo Jesús? El leproso llegó con Él y de rodillas le hizo una petición con mucha humildad “Si quieres, puedes curarme”, no se lo exigió, sabía que Jesús podía sanarlo y por eso con gran respeto lo adoró de rodillas y le hizo saber que deseaba ser curado por Él. Jesús hizo algo muy sorprendente, lo primero, ¡Se acercó a Él! Algo que nadie hacía porque temían a ser contagiados de lepra y no se quedó ahí si no que ¡Lo tocó! Me imagino que todos los que estaban viendo estaban tan sorprendidos de que Jesús lo hubiera tocado ¡Eso era algo prohibido! ¡Inimaginable! Y con palabras tan hermosas le dio la sanación “¡Si quiero, Sana!”.
Hoy Jesús nos enseña dos cosas muy importantes: número uno, hay personas que son rechazadas por el mundo y nosotros no debemos de darles la espalda y alejarnos, al contrario, Jesús nos enseña a no tener miedo de estar con ellos, de que nos vean con ellos, nos invita a estar tan cerca de ellos, de tal forma que los podamos tocar, que nos sientan cerca que disfruten nuestra compañía y que no se sientan rechazados por nosotros. Número dos, a ser generosos y rápidos en ayudar, estoy segura que todos los días te piden ciertos favores: “haz la tarea” “tiende tu cama” “recoge tus juguetes” “ayúdale a tu hermano” “¿me puedes explicar este ejercicio?” “Me ayudas a abrir mi jugo”, etc. Muy probablemente la respuesta que des o las acciones que hagas no sea hacerlo inmediatamente, pero Jesús hoy nos enseña a cambiar un poco de actitud y responder como Él: “¡Si quiero, ya lo hago!” Imagina que siempre imitemos esta actitud de Jesús, estoy segura que nuestro entorno cambiaría bastante pues nos convertiremos en otros Jesús que se esfuerzan por ayudar a los demás.
Dinámica Reflexiva – *Siendo imanes como Jesús*
Material:
- Dos imanes
Desarrollo de la actividad:
- La actividad consiste en comparar la atracción magnética de los imanes con la misericordia de Jesús.
- “Miren lo que tengo aquí ¿Saben lo que son? ¡Exacto! Son imanes, los imanes tienen dos polos: positivo y negativo, por eso, cuando los acerco por cierto lado se juntan rápidamente (realicen la prueba) pero si lo hago por el otro lado ¿Qué es lo que pasa? (realicen la prueba) ¡No se juntan! ¡Se rechazan! Hoy Jesús nos enseña a ser cercano con los demás tanto como los imanes cuando se juntan, ¡Ser muy cercanos y no tener miedo a ello! No seamos como los imanes que cuando los volteamos, se rechazan al otro y por más que quieras juntarlos, no se pueden mantener unidos”
NOTA: Si puedes pedir que los niños traigan dos imanes para la clase o pudieras conseguir que todos tengan dos, sería lo más ideal para que todos puedan observar lo que sucede al mismo tiempo que manipulan los imanes.
Reflexión final y cierre
Pidamos a Jesús un corazón sensible a los demás que este lleno de amor y que ese amor nos lleve al servicio con prontitud. Que nos ayude a abrir nuestros corazones a aquellos que se sienten solos y rechazados por otros y que en nosotros encuentren a ese Jesús cercano y lleno de amor.
Al terminar, cierra con una pequeña oración:
“Amigo Jesús, te damos gracias porque tú siempre eres cercano con nosotros, porque acoges con gran amor a los que se sienten solos y son rechazados, te pedimos que nos ayudes a ser como tú, que podamos ver con amor a todos los que nos rodean y que no tengamos miedo de ser cercanos con otros. Concedemos un corazón generoso como el tuyo y dispuesto a ayudar a los demás con prontitud, abre nuestros ojos y nuestro corazón para que a través de tu Espíritu Santo, podamos con gran valentía a dar más de nosotros por los demás. Amén”
Y que todo sea para la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén 😊
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¡Bendecido domingo!
