Te aseguro, que antes de que cante el gallo…

Te aseguro, que antes de que cante el gallo…

Meditando el martes Santo con los niños

Estamos a pocos días de recordar como iglesia, la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, y qué mejor que seguir preparando nuestros corazones junto a los de nuestros niños para lograr vivir esta Semana Santa de una mejor manera.

Después de que hayas leído las actividades que te propongo a continuación, y si te decides a realizarlas, te pido que por favor te tomes el tiempo suficiente para meditar el evangelio que vas a enseñar (Juan 13, 21-33). Entra en oración y pide la luz del Espíritu Santo para que, por medio Él, seas un instrumento de su luz y que tus palabras sean sus palabras. Palabras que lleguen a los bellos corazones de los niños y deposite en ellos la semilla que dará fruto abundante. Y en un ambiente de oración… ¡COMENCEMOS!

PROPÓSITO: HACERNOS CONSCIENTES DE QUE NUESTRAS ACCIONES REPERCUTEN EN JESÚS.

*Actividad “También nosotros traicionamos a Jesús” *

  • Para esta actividad debes contar con los siguientes materiales: una venda/paliacate o algo con que cubrirle los ojos al niño, además de imprimir una imagen con el rostro de Jesús. (De no ser posible imprimir, se puede dibujar un corazón grande en la hoja con el nombre de “Jesús” en el centro).
  • Estos dos materiales (la venda y la imagen) deberán de ser acordes al número de niños a los que se les está aplicando la actividad, para que cada uno tenga su venda e imagen y puedan con esto, hacer la actividad de forma individual, pero al mismo tiempo.
  • Te sugiero poner música de fondo para ambientar la dinámica, AQUÍ te dejo un enlace donde encontrarás una pequeña lista de reproducción en Spotify, la cual elaboré para este momento.

Forma de realizar la actividad:

  • Antes que nada, sienta al niño en una postura cómoda, colócale la venda en los ojos, reproduce la música y ve realizando una oración o diciendo algunas frases que lo ayuden a estar tranquilo. “Respira hondo”, “relaja los hombros”, “trata de sentir al momento de respirar, como tu pecho se expande y cuando espiras, se vuelve a encoger”.
  • Menciónale algunas reglas: no hablar, seguir las indicaciones que le irás mencionando y no quitarse la venda de los ojos hasta que lo indiques.
  • Ya que el niño esté tranquilo y con los ojos vendados, coloca en sus manos la hoja que contiene la imagen de Jesús (dile que no lo debe ver). Luego, explícale que poco a poco tú irás diciendo algunas acciones que a veces hacemos (inclúyete), y que cuando escuche alguna acción que él en algún momento de su vida haya hecho alguna vez, deberá de rasgar la hoja una vez. Si vuelve a escuchar otra acción que también haya hecho, volverá a rasgar la hoja, y así sucesivamente.
  • Aquí te doy algunas ideas:
    • Mentiras, hablar mal de los demás, decir “no te juntes con él”, no ser agradecidos, pegarles a nuestros hermanos, discutir con nuestros hermanos, decir malas palabras, hacer travesuras, contestarle a mamá, culpar a alguien de lo que hicimos nosotros, poner apodos hirientes, ver o hacer cosas sabemos que no son buenas, etc.
  • Al terminar, aún con los ojos vendados da un espacio para que piensen sobre eso que admitieron que han hecho. Posteriormente pídeles que se quiten la venda.
  • RECOMENDACIONES: Ten en tus manos alguna hoja y ve rompiéndola cada vez que digas alguna acción, para que él escuche tu hoja romperse y no sienta pena en que solo se está escuchando su hoja romperse. Con este apoyo auditivo, animarás a que viva la experiencia y no se sienta avergonzado.
  • También te sugiero, que hagas todo lo posible para que el niño se sienta tranquilo, de manera que realmente pueda reflexionar durante la dinámica.
  • Otro punto muy importante, dale la confianza de que tú no estarás observándolo. Dile que te voltearás de forma que no podrás ver cuando esté rompiendo la hoja (y realmente cúmplelo).

A manera de desarrollo:

(Dirigiéndote al niño): ahora que tienes los ojos descubiertos, mira la imagen que estábamos rompiendo. (Da un breve tiempo para que observen). Luego (continúa diciendo), con cada acción que hacíamos ¿la imagen de quién estábamos rompiendo? ¿cómo te sientes al ver la imagen así? ¿te gusta? ¿por qué? (Dar tiempo para responder).

Te voy a contar una historia de los 12 amigos que acompañaban a Jesús a todas partes…

  • Aquí deberás hacer la lectura del evangelio del día (Juan 13, 21 – 33). Pero recuerda que, para un niño, la mejor opción para presentarle el evangelio, es de forma dinámica y no todo de corrido, trata de narrarlo a manera de cuento. Puedes DAR CLIC AQUÍ para darte una idea.

Terminado de leer el evangelio continuaremos con la reflexión.

REFLEXIÓN: ¿Te fijaste como comienza el evangelio? Menciona que Jesús se conmovió. Esto quiere decir, que había algunos sentimientos que están moviendo el corazón de Jesús, ¿cuáles crees que sean estos sentimientos? (Da tiempo para responder, y de ser necesario, si es que está muy callado, ayúdale a distinguir alguno).

Durante el evangelio se muestra cómo Jesús da a conocer que dos de sus amigos lo van a traicionar ¿qué crees que sentía Jesús? ¿se los habrá dicho alegremente? Yo, no creo… Jesús definitivamente ¡es una persona que SIENTE! Y esos sentimientos de los que habla el evangelio, definitivamente eran de tristeza.

Mira de nuevo como ha quedado tu hoja… Nosotros también lastimamos a Jesús, nosotros también le provocamos tristeza con nuestras malas acciones. Estas acciones no le agradan a Jesús y cuando nos ve haciendo travesuras, que terminan provocando un accidente y culpamos a otros porque no queremos hacernos responsables de nuestros actos, con todo esto, también le provocamos tristeza.

Cierra tus ojos y pregúntate… ¿de verdad me gusta lastimar a mi amigo Jesús? Porque estoy convencida de que Jesús te considera su amigo, y para Él eres sumamente importante. Date cuenta de que tus acciones lo lastiman, lo conmueven…

Peeeeeero….. No podemos quedarnos de brazos cruzados. Imagina a una persona que quieres mucho (mamá, papá, abuela, abuelo, etc.). Ahora imagina que haces algo que lo lastima y lo ves llorando ¿qué sentirías? ¿te gustaría seguirlo lastimando? ¿le pedirías perdón? ¿lo volverías a hacer? ¿Qué harías? (Da tiempo para contestar). No podemos quedarnos en la tristeza, debemos de comprometernos a no volverlo a hacer por el amor que le tienes, por que ya no quieres verlo así. (Con esta siguiente actividad reforzarás esto que mencionamos sobre el hacer algo para “reparar” nuestras acciones).

*Actividad “Me comprometo con Jesús” *

Materiales:

  • Una hoja de máquina nueva, cinta trasparente y/o pegamento en barra.
  • Todos los pedacitos de la imagen que utilizamos en la dinámica anterior.

Forma de realizar la actividad:

  • Pide al niño que junte todos los pedacitos de la hoja que rasgó en la dinámica pasada, y luego dale la indicación de que los acomode en orden para formar la imagen que estaba al inicio (ayúdale sutilmente de ser necesario).
  • Una vez acomodada la imagen, deberá unirla con la cinta y/o el pegamento (según el caso).

A manera de aterrizaje:

  • Mira ahora tu imagen ¿te hubiera gustado dejarla rota como estaba? ¿qué fue lo que hicimos? ¡REPARLA! Además de comprometernos con Jesús de ya no hacer más daño, debemos a acercarnos a reparar lo que hicimos.
  • Así como nos acercamos a nuestros seres queridos para que ya no estén tristes, cuando pedimos perdón por lo que hacemos mal, cuando buscamos una solución que ayude a arreglar lo que hicimos mal, ahí estamos reparando nuestro error.
  • Ahora sí, una vez juntas las piezas, definitivamente debemos de cuidar de que no se vuelvan a separar y para ello ¿Qué tenemos que hacer? (Dar tiempo para contestar y posteriormente, ir al oratorio con nuestra imagen restaurada).

*Con estas actividades podemos ver que nos ayudan a enseñar a los niños de forma indirecta a buscar vivir sin pecar o que, si llega a pecar, tenga el compromiso de arrepentirse, pedir perdón y tratar de enmendarlo. Se pretende sembrar la semilla que sensibiliza al niño a que sus malas acciones repercuten en su relación con Jesús*

Para finalizar la meditación, realiza una pequeña oración donde el niño se comprometa con Jesús (siempre incluyéndote en la oración si es que tú decides dirigirla).

“Jesús amigo, no quiero verte triste, hoy nos dimos cuenta de que nuestras malas acciones te lastiman y ya no queremos hacerte daño. Nos comprometemos contigo a ya no hacerlo más y buscar alguna solución para reparar nuestros errores. Esta será la forma de decirte lo mucho que lo sentimos y también lo mucho que te queremos. Te pedimos que nos enseñes a ser mejores amigos tuyos y que siempre que estemos en peligro de cometer una mala acción, venga a nuestra mente nuestro compromiso contigo, para que siempre te elijamos a ti”.

Y que todo sea para la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Amén 😊



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