“Aquel de ustedes que no tenga pecado, que tire la primera piedra”
Meditando el evangelio dominical con los niños.
Hola, que gusto saludarte por aquí 😊. En el evangelio de este quinto y último domingo de cuaresma, la liturgia nos transporta a uno de mis pasajes favoritos, a la historia de la mujer adultera. Contemplemos como la misericordia de Dios sobrepasa cualquier situación.
Te animo a que, si decides realizar la reflexión del evangelio con tus niños, te tomes el tiempo suficiente para meditar el evangelio que vas a enseñar (Juan 8, 1-11) Entra en oración y pide la luz del Espíritu Santo, para que, por medio de su sabiduría, logres guiar a los niños a que descubran su mensaje.
PROPÓSITO: RECONOCER QUE SOMOS PECADORES Y QUE NO HAY QUE JUZGAR A NUESTRO PRÓJIMO. CONTEMPLAR LA MISERICORDIA INFINITA DE DIOS.
*Dinámica – “Tira la piedra…”
Materiales:
- 1 piedra para cada niño y un aro (hula-hula)
Desarrollo:
- El propósito de esta actividad tiene como fin dar introducción al pasaje de la mujer adultera.
- Pide a los niños que se formen en círculo.
- Coloca el aro en medio del círculo.
- Otorga una piedra a cada niño.
- Para esta dinámica deberás dar distintas indicaciones, por ejemplo: “Tira la piedra dentro del aro si alguna vez has comido algún dulce de chile” “Tira la piedra dentro del aro si alguna vez has pisado un chile” “Tira la piedra dentro del aro si alguna vez has perdido algo” “Tira la piedra dentro del aro si alguna vez te han regañado”
- Después de cada indicación y que hayan tirado la piedra, pídeles que la recojan los que la hayan aventado. Entre más indicaciones des será mucho más divertido. También puedes elegir a algún niño para que ahora ellos sean los que den la instrucción.
Reflexión del evangelio:
¿Les gustó el juego? ¿Cuántas veces tiraste la piedra? En el evangelio de hoy los fariseos también tienen piedras en la mano, pero en vez de aventarlas en un aro, quieren aventárselas a una mujer ¿Por qué crees que quieran aventárselas a la mujer? ¿Está bien lo que quieren hacer? ¿Ahí estaba Jesús? ¿Qué crees que haría si estuviera ahí? Si quieres saberlo, prepara tu corazón y disponte a escuchar con atención lo que nuestro amigo Jesús nos quiere enseñar hoy.
Es momento de introducir el evangelio dominical, AQUÍ te dejo una opción de cómo puedes introducir el evangelio. Te animo a que puedas hacer ademanes exagerados, mímica y gesticulaciones que llamen la atención de los niños, así como preguntas durante el evangelio, para así seguir manteniendo la atención.
¿Escuchaste? Los fariseos querían apedrear a la mujer porque la descubrieron pecando y la acusaban por esto, fueron a llevársela a Jesús quejándose todos de su pecado y que merecía ser golpeada con todas esas piedras, pero Jesús les da una sola instrucción “El que no tenga pecado, que tire la primera piedra” Y para la sorpresa de la mujer, ningún fariseo se atrevió a tirarle alguna piedra pues sabían que ellos también habían cometido pecados.
Muchas veces nos pasa como los fariseos y vamos por todas partes acusando a todos por sus errores y diciendo a todo mundo en que se equivocaron, pero no nos damos cuenta de que nosotros también hemos cometido errores. Hoy Jesús nos invita a no ser duros con los demás, a no condenar a nuestros hermanos, a saber perdonar y saber pedir perdón a Dios, a no tener un corazón duro como las piedras si no ligero como su gran amor.
Dinámica – *Yo tampoco te condeno*
Material:
- Las mismas piedras de la dinámica anterior, marcadores permanentes.
Desarrollo de la actividad:
- Dale de nuevo una piedra a cada niño y pregúntales: “En vez de juzgar ¿Qué podría hacer para mostrar a mi prójimo amor?”
- Diles que piensen en una palabra lo que pueden hacer y préstales un marcador para que lo escriban en su piedra.
- Después pídeles que pasen uno por uno a leer lo que escribieron.
- Coloquen las piedras dentro del aro y realiza la reflexión y oración final.
Reflexión final y cierre
Al final de la historia, la mujer que llegó acusada y con miedo a ser apedreada, lo único que recibió fue amor, perdón y compasión. Dejemos de condenar y llenemos de amor para que en vez de juzgar podamos perdonar, abrazar, consolar, ayudar, cuidar, escuchar y demás. Seamos misericordiosos como Dios es misericordioso con nosotros.
Al terminar, cierra con una pequeña oración:
“Amigo Jesús, gracias por ayudarnos a comprender que no somos nadie para estar juzgando a otros que, así como muchos se equivocan, nosotros también nos hemos cometido muchos errores. Te pedimos que siempre tengamos presente lo que somos, antes de juzgar a alguien, ayúdanos con tu gracia a no condenar sino, dar amor a los demás. Amén”
Y que todo sea para la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén 😊
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¡Bendecido domingo!